El Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados (ITP) es un gasto que debes tener en cuenta si estás pensando en comprar una vivienda. Este impuesto grava las operaciones de transmisión de patrimonio de una persona a otra en tres hechos imponibles: transmisiones patrimoniales onerosas (como la compra de un coche o una vivienda de segunda mano), operaciones societarias (creación, reducción o ampliación de una empresa, así como su disolución), y actos jurídicos documentados (actos notariales como la escritura de una vivienda, hipoteca o contrato de alquiler).

En el caso de la compraventa de una vivienda de segunda mano, el comprador es responsable de pagar el ITP. Es importante tener en cuenta que aunque el banco se haga cargo de los gastos de la escritura de la hipoteca según la nueva Ley Hipotecaria, el comprador de la vivienda es quien corre con los gastos de la escritura de la vivienda y el ITP correspondiente.

El porcentaje del ITP varía según la comunidad autónoma y el hecho imponible. Por ejemplo, para la compra de un piso, el ITP oscila entre el 4% y el 10% en transmisiones patrimoniales onerosas, mientras que en operaciones societarias es del 1% para empresas. En cuanto a los actos jurídicos documentados, se grava entre el 0,5% y el 1,5% según la comunidad autónoma, como en el caso de inscribir la escritura de una vivienda.

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